A.R. Suárez – Canarias-semanal.com

El pasado miércoles 8 de octubre, Lorenzo Olarte Cullen - antiguo presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria durante la dictadura franquista y ex presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias - defendió ante la Comisión de Descolonización y Política Especial del Cuarto Comité de la ONU el plan autonomista de Marruecos para el Sáhara Occidental. La última estrategia desarrollada por la monarquía alauita para tratar de legitimar su ocupación de estos territorios e impedir la celebración de un referéndum de autodeterminación  postergado indefinidamente por  la complicidad con Marruecos de potencias occidentales como España, Francia o Estados Unidos.

Olarte Cullen, cuyos  cambios de posición en relación a la autodeterminación del Sáhara se han producido coincidiendo con el  flujo de negocios e inversiones de empresarios canarios en la región, se refirió a la cruenta invasión de estos territorios por el reino alauita en 1975 como la “exitosa marcha verde”. Y aseguró que “han sido muy determinantes las discrepancias formuladas desde un principio sobre la fiabilidad que debía merecer el censo” en los territorios ocupados para que el citado referéndum no se haya celebrado desde entonces, “pese a  los deseos de las Naciones Unidas”. “No sólo -apuntó Olarte - por la falta de datos fehacientes sino por el carácter nómada de gran parte de la población saharaui, agrupada en numerosas tribus”. Todo ello con el factor añadido del incremento poblacional debido a la instalación de multitud de familias”.

Lorenzo Olarte aseguró - asimismo - que había “reconocido en más de una ocasión el coraje” del monarca marroquí, Mohamed VI, por su decisión de impulsar un Plan de Autonomía para el Sáhara, “con el riesgo del agravio comparativo que tal decisión puede producir en las restantes provincias del Reino que se vean postergadas con el reconocimiento de importantes competencias al antiguo territorio español”.

“Por ello - aseguró - creemos que es buena solución enriquecer políticamente este territorio…dotándolo de las máximas competencias propias de un Estatuto de Autonomía Plena, sin perjuicio de la soberanía del Reino de Marruecos y con un contenido similar a las que en el Estado Español tienen, entre otras, las nacionalidades de Catalunya, Euskadi y Canarias”.

Para el establecimiento de este régimen político, el ex presidente de Canarias sí defendió la celebración de un “referéndum previo a tal fin”.

Coincidiendo también en este punto con Mohamed VI quien, al hacer público su “proyecto de autonomía para el Sáhara”, señaló que éste se elaboraría con una “doble consulta democrática”, una nacional a través de los partidos políticos, y otra local a través del Corcas (Consejo Real Consultivo para los asuntos del Sáhara).

Pese al apoyo mayoritario al derecho de autodeterminación de los saharauis que históricamente se ha expresado desde el Archipiélago, durante su discurso en las Naciones Unidas Lorenzo Olarte se arrogó la portavocía de todos los isleños, afirmando que “los canarios nos sentimos especialmente legitimados para recomendar fervientemente la necesidad de hacer el mayor de los esfuerzos para lograr un acuerdo que sólo será posible si ambas partes, aparcando provisionalmente todo radicalismo, son capaces de dialogar serenamente renunciando en cierta medida a alguna porción de lo que consideran su derecho”. Una mención explícita al “pragmatismo” que muchos pretenden imponer al pueblo saharaui, consistente en asumir la política de hechos consumados, apoyados por la fuerza de las armas, de la potencia ocupante.

El Aaiún: una ciudad “próspera y moderna”

Olarte - miembro destacado del lobby promarroquí integrado en Canarias por conocidos políticos  y empresarios - se refirió también a la ciudad ocupada de El Aaiún, asegurando que durante una reciente visita a la misma la vio “extraordinariamente mejorada y modernizada gracias a las inversiones allí realizadas por el Reino de Marruecos, lo que para mí constituyó una gratísima sorpresa”.

El ex presidente autonómico reiteraba así lo expresado en la prensa local de grancanaria poco después de efectuar esta visita. El 25 de febrero de este mismo año, Olarte Cullen aseguraba - en un artículo titulado “El Aaiún de ayer y el Aaiún de hoy” publicado en el diario La  Provincia - que la ciudad había sufrido una increíble metamorfosis, similar a la de “la miserable oruga  que, arrastrándose toda su vida por el suelo, se convierte luego en la bella mariposa de hermoso colorido que tras emprender el vuelo revolotea majestuosamente sobre nosotros para contemplarnos desde el cielo cuando lo remonta”, gracias a que “el Reino de Marruecos se ha volcado en ella durante estos treinta  años, sino con más, con tanto interés como mínimo al acreditado en el resto del Magreb en que ejerce su soberanía”. “De no haber sido por este interés de Marruecos - añadía Olarte - los saharauis habrían subsistido en la pobreza más absoluta”. Algo que - según el presidente fundador del CCN - “reconocen sin reservas todos los miembros de este pueblo residentes en el Aaiún”. Durante sus dos días de visita, escribía entonces Olarte, él y sus acompañantes “no vieron nada de particular, como no fuera una ciudad empeñada en modernizarse occidentalizándose, sin mengua de su identidad cultural”. Sobre las noticias de revueltas reprimidas violentamente por las fuerzas ocupantes en los días próximos a su visita, el político afirmaba solemnemente que se trataba de “mentiras” que nada tenían que ver con la realidad.

De acuerdo a lo defendido el pasado miércoles ante las Naciones Unidas por Lorenzo Olarte, todos los territorios ocupados, y no sólo el Aaiún, podrían emprender el vuelo  “como bellas mariposas” si aceptasen un  Plan de Autonomía que garantizaría a los saharauis “el ejercicio pleno de los mismos derechos y garantías de que disfrutan los países más adelantados según las normas elementales del Estado de Derecho”. Por el contrario, si éstos pretenden hacer cumplir la legalidad, decidiendo en un referéndum cuál quieren que sea su futuro como pueblo, “caerían en una  dinámica de la confrontación, especialmente violenta”, que conviene evitar. Y en cuanto a los múltiples testimonios y evidencias que muestran la sistemática represión
política, las humillaciones y las torturas que se sufren a diario en los territorios ocupados, no serían -según esta idílica visión que pretende ‘vender’ el político derechista - más que “propaganda  antimarroquí interesada en deformar la realidad”. Seguramente, con la intención de condenar al pueblo saharaui “a seguir arrastrándose toda su vida por el suelo, como la miserable oruga”.