La MINURSO fue creada en abril de 1991 con la misión de contribuir a la organización de un referéndum en el Sáhara Occidental y cuenta actualmente con unos 450 miembros y un presupuesto anual de unos 45 millones de dólares.
"Hablar es mejor que no hablar", dijo Harston en la entrevista, que tuvo lugar en su despacho dentro de un complejo de barracones y oficinas que mantienen cierto aire de provisionalidad dentro de un recinto fuertemente protegido y delante de cuyas verjas las autoridades marroquíes han colocado numerosas banderas nacionales.
Harston consideró que "el balance general de la misión es positivo" porque ha contribuido a ayudar a las partes a cumplir con las condiciones de los acuerdos militares, pero admitió que "no ha tenido éxito en el sentido de que, como el propio nombre de la MINURSO indica, el referéndum, desde luego, no se ha celebrado".
Marruecos y el independentista Frente Polisario mantienen posiciones enfrentadas respecto a esa cuestión y, mientras que un plan presentado por Rabat a la ONU en 2007 incluye la celebración de una consulta, ésta se haría sin cuestionar su soberanía y en el marco de un estatuto de autonomía dentro del Estado marroquí.
El Polisario pretende que la opción de la independencia esté incluida en cualquier tipo de referéndum que se llegara a celebrar en el territorio, antigua colonia española que Marruecos se anexionó en 1975 pero que este país no controla en su totalidad.
Precisamente hacia la parte del Sáhara Occidental situada al este del muro -de unos 2.000 kilómetros de longitud que Marruecos construyó para evitar incursiones del Polisario durante la guerra que libraron ambas partes- está previsto que el 27 de enero se celebre una marcha de reivindicación de la soberanía de Marruecos.
El lugar de destino es Tifariti, localidad donde el Frente Polisario celebró el pasado diciembre su XII congreso, un acontecimiento que, en opinión de las autoridades marroquíes, MINURSO debió haber impedido.
"Celebraron su congreso. No digo que hicieran bien o no", declaró Harston, quien recordó que "los acuerdos militares son acuerdos militares y no pueden cubrir ninguna acción civil a cualquier lado del muro".
El diplomático eludió cualquier otro comentario sobre actividades de naturaleza civil que se organicen más allá de una banda de treinta kilómetros de anchura a ambos lados y a todo lo largo del muro de arena.
"No hay ninguna norma que cubra la actividad civil. Mantuvimos nuestra rutina habitual de control y observación durante ese tiempo", precisó sobre la actuación de MINURSO durante los actos del Polisario.