2.- Pues bien, justificado el título de este artículo, paso a relatarles el hurto que ha padecido el ingenuo secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, tras recibir en su despacho a una delegación de Marruecos en la que figuraban el ministro-delegado para Interior, Fuad Ali El Himma; su compañero de Exteriores, Taieb Fasi Fihri; el jefe del contraespionaje marroquí, Mohamed Yasin Mansuri, y el presidente del Consejo Real Consultivo para los Asuntos Saharauis, Jalihenna Uld Rachid. No sabemos si el rey Mohamed VI les paga poco, pero lo cierto es que uno de ellos le mamó la cartera a Ban Ki-moon. Y que su Visa fue utilizada en El Aaiun, en Casablanca y en Las Palmas, en donde alguien compró con la tarjeta unas neveras y ¡arena! ¿Ya no hay arena en el Sáhara? Ban Ki-moon le escribía a un amigo, lamentando el hecho, la carta fue detectada y uno de los cuatro marroquíes va a ser fichado como un vulgar carterista.

3.- Digo yo que si Marruecos está tal que así, con funcionarios públicos birlándole la Visa al secretario general de la ONU, mal asunto. Sobre todo en unos momentos en que el Pentágono anuncia que el Magreb es la zona donde Al Qaeda se ha metido con más fuerza. Chiquito fundamento el de estos tipos para parar el terrorismo internacional, si se dedican a robarle las carteras a los detenidos en vez de meterlos en la cárcel. Y eso que en la delegación figuraba el jefe del contraespionaje, a quien se supone un hombre avezado en detectar acciones ilícitas. Vaya Sherlock Holmes de pacotilla que fueron a enviar a la ONU, convirtiéndose así en uno de los cuatro sospechosos de llevarse cartera y Visa del secretario general. Nada, que yo a Marruecos no voy para que no me mamandurrien nada quienes precisamente deberían evitarlo. Dios mío, cómo está el mundo.

Fuente: El Dia